El presidente de Estados Unidos prepara una nueva embestida contra la inmigración. Donald Trump prepara un vasto plan en contra de los sin papeles. Entre otros prevé acelerar y ampliar las expulsiones inmediatas, devolver automáticamente a los mexicanos sorprendidos en la frontera, reclutar miles de nuevos agentes y hasta perseguir penalmente a los padres que lleven a sus hijos al país.
El ataque de Trump será contra todos los que carezcan de documentación en regla, unas once millones de personas.
Todo indica que la ofensiva será masiva. Para reforzar las agencias dedicadas al control de la inmigración, se establece la contratación de 15.000 nuevos agentes, se aumentan las competencias policiales y se preconiza una mayor colaboración con las fuerzas locales.
Concretamente se pretende aligerar las barreras legales, en especial los capítulos referidos a las deportaciones inmediatas, se pretende anular los límites geográficos y extender su aplicación a todos aquellos que lleven hasta dos años en territorio estadounidense.
“Tendremos fronteras fuertes otra vez. Los criminales, la gente mala-mala, entrará en prisión. Pero en su mayoría, se irán fuera de aquí. ¡Los llevaremos al lugar de donde vinieron!”, prometió Trump.
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