Una abuela del departamento de Guaymallen decidió decorar las cupcakes para el jardín de infantes de su nieta con unos confites y pastillitas de colores que encontró en la alacena. Pero no se percató de que se trataba de veneno para ratas.
10 niños resultaron intoxicados y debieron ser hospitalizados. No hubo que lamentar víctimas y los pequeños afectados ya se encuentran fuera de peligro.
Se trataba de una merienda especial para una actividad extra escolar, durante los festejos por el Día Nacional de los Jardines. Cuando los familiares de la abuela advirtieron lo que había ocurrido dieron aviso inmediato a las autoridades del establecimiento, lo que permitió que los niños fueran traslados por sus padres al hospital pediátrico Húmero Notti.