El uso del celular y sus normas de convivencia

0
2290

 

El Centro de Investigaciones Sociales (CIS) Voices! – Fundación UADE realizó un estudio sobre las conductas (con cierto grado de conflictividad) que podían tener las personas con su celular y se les preguntó a los encuestados con qué frecuencia las llevaban a cabo. Las conductas evaluadas abarcaban un amplio espectro de acciones, algunas podían ser más aceptadas como mandar mensajes mientras se camina, otras suponían algún tipo de infracción social como utilizar el celular mientras se conversa y otras más peligrosas o prohibidas como usar el celular mientras se conduce un vehículo.
Un 44% de los encuestados dijo que envía mensajes por celular mientras camina en la calle: un 11% dijo hacerlo siempre y otro 33% algunas veces. Otro 37% utiliza el celular mientras está sentado a la mesa compartiendo una comida o un café (el 7% siempre y un
30% a veces); un 36% señaló que utiliza el celular mientras conversa con otra persona (6% siempre y 30% a veces); un 32% dijo usar su celular mientras es atendido en un local o un mostrador (el 5% siempre y un 27% a veces); el 25% reconoció que envía mensajes por
celular mientras cruza la calle (el 5% siempre y un 20% a veces), un 11% señaló que envía mensajes de texto mientras maneja un auto (el 2% siempre y un 9% a veces) y otro 11% que deja sonar y/o atender el celular en el cine o en el teatro (el 2% siempre y un 9% a
veces).
Las mujeres usan más el celular que los hombres mientras están sentadas a la mesa o conversando con otra persona o en un local. En cambio, los hombres casi duplican a las mujeres entre quienes envían mensajes mientras manejan un auto (15% vs. 8%).
La edad es la variable que más diferencia el uso del celular, siendo los más jóvenes los que más utilizan el celular en distintas circunstancias, con excepción de una de las más peligrosa (manejar y enviar mensajes) que fue más mencionada por personas de edades
medias.
Además de estudiar quiénes hacen distintas acciones con el celular se indagó respecto a la frecuencia con que veían a los demás hacer esas acciones. Para todas las acciones analizadas se advierte que son más los que ven a los demás hacerlas que los que reconocen haberlas hecho. Así entre 8 y 9 de cada 10 personas vieron con frecuencia (siempre o a veces) llevar a cabo a los demás las distintas acciones cuestionables. La única acción relevada con una referencia significativamente menor, fue la de “dejar sonar el celular en un cine o teatro”. En este caso, 5 de cada 10 encuestados refirió ver siempre o a veces personas con esta conducta.
De esta manera la percepción social es más fuerte que el reconocimiento de la conducta personal. Esto se engloba en lo que suele denominarse efecto tercera persona, es decir, aquellas percepciones sociales que atribuyen un problema a los demás y no a uno mismo.
Posteriormente se midió el acuerdo y el desacuerdo con una serie de afirmaciones referidas al uso del celular.
Más de 8 de cada 10 personas (el 84%) está de acuerdo con que hay un mal uso del celular en términos de respeto hacia las personas a nuestro alrededor, coincidiendo la amplia mayoría en todos los estratos poblacionales. También hay un muy alto nivel de acuerdo
(78%) en que las personas raramente tienen en consideración al otro cuando están usando sus teléfonos móviles – también con coincidencia amplia en los distintos segmentos poblacionales. En consonancia con estas afirmaciones una amplia mayoría de la sociedad
considera que el celular se ha convertido en un bien básico de primera necesidad (el 76%).
Es interesante constatar que casi 4 de cada 10 personas declaran que sus hábitos con el celular son cuestionables pero que no los cambiarán porque nadie lo hace.
Analizando los resultados de la encuesta, Constanza Cilley, Directora Ejecutiva de Voices!, dijo: “El estudio muestra que si bien la población es consciente que se hace un mal uso del celular en términos de respeto a los otros, hay resistencia a cambiar. Los malos hábitos están muy extendidos. Este hecho muestra quizás la necesidad de campañas que promuevan y fomenten el buen uso de la tecnología”.
Asimismo, Andrés Cuesta, Director de Investigación y Extensión de Fundación UADE, señaló: “El término phubbing es producto de la unión de dos palabras en inglés: phone (teléfono) y snubbing (menospreciar). La práctica del phubbing, que consiste en utilizar el celular o smartphone mientras se conversa con otra persona, impidiendo el contacto visual, parece estar sumamente extendido: el 36% de la muestra de este estudio, proyectable al universo de argentinos mayores de 16 años, refiere realizarla en forma frecuente. Los distintos movimientos en contra de esta práctica ponen en evidencia su carácter descortés. El llamado a erradicar este hábito forma parte de un nuevo compendio de ´buenos modales´ en la interacción social. En tal sentido, si bien la mayoría de los encuestados responde que el principal responsable de este tipo de conductas es el mismo usuario del teléfono celular; en segundo lugar, (con casi un 30% de adhesiones), se atribuye esta falta de cortesía a la educación de los padres hacia sus hijos. Evidentemente, el uso intensivo de la tecnología en la cotidianeidad está imponiendo nuevas demandas en lo que respecta a la transmisión de buenos modales por parte de los padres hacia sus hijos, que se suman a las tradicionales voces de ´permiso´, ´por favor´ y ´gracias´.”

CELULAR-USOCELULAR-USO-EDADES

Comentarios

comentarios

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.