El fanatismo que se creó alrededor de las ocho películas y libros de Harry Potter contribuyó a que los millones de seguidores quieran acercarse más mediante objetos e incluso la mascota de Harry, Hedwig
El búho nival, o el búho salvaje, se encuentra en peligro de extinción y un estudio realizado por dos investigadores de Oxford Brookes culpó a la saga de J.K. Rowling por este fenómeno.
La venta de este animal creció de forma notoria en los mercados de Asia. Luego del lanzamiento de la primer película, en el 2001, se vendieron aproximadamente 100 búhos.
Para el 2016, este número había aumentado a 13 mil ejemplares, los cuales fueron sacados de su hábitat y vendidos por precios que rondaban los 10 y 30 dólares. El búho Hedwig acompaña en la narrativa de la saga de Rowling al mago en sus aventuras, y pasa mucho tiempo en una jaula -un hecho que al mismo protagonista le duele-.
Estos búhos pierden toda capacidad de interacción con otros animales de su especia al ser enjaulados como en la película.
El estudio reveló que la vida de estos animales se reduce considerablemente al estar domesticado.




































