Un grupo de no más de 500 choferes mantiene la protesta frente a la sede de UTA en avenida Vélez Sársfield al 500 y el paro (asamblea) continúa este miércoles.
Los conductores desconocieron la declaración de ilegalidad de la medida de fuerza por parte del Ministerio de Trabajo y tampoco parecen importarles los telegramas de apercibimiento que llegaron a cerca de 200 trabajadores que están a punto de ser echados ni los ruego de los cordobeses para que le devuelvan la normalidad a la ciudad.
También hicieron oídos sordos a los dichos del Intendente Mestre quien dijo: «No podemos tolerar más que los ciudadanos sean rehenes de estos conflictos»
En definitiva, este miércoles se cumplen tres días de paro de colectivos, con todos los inconvenientes que esto significa y todo indica que nadie puede torcerle el brazo a este grupo de personas que fuera de todo marco legal y de convivencia continuarán con su protesta.
A esto se suma el hecho de que en las últimas horas de este martes uno de los pocos colectivos de la empresa Coniferal que había salido a cumplir el servicio fue atacado a piedrazos los que significó el inmediato retiro de la calle de las unidades que estaban trabajando. Un dato, según cuentan testigos del la agresión a un colectivo, los policías que, «teóricamente», lo custodiaban no hicieron nada para detener a los agresores..
Solo queda conocer si los empresarios harán uso de la ley que los ampara para cesantear a los choferes rebeldes, algo que pide a gritos la sociedad, y de esa manera restablecer el transporte público de pasajeros en Córdoba.