El horno de la cocina es el electrodoméstico que más se ensucia y el más difícil de limpiar. Se puede remover la grasitud con productos naturales tales como vinagre, sal o limón.
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Sal. Mezclar en un recipiente ½ litro de agua y 250 gramos de sal. Extender esta mezcla por las paredes del horno, especialmente en aquellas áreas donde haya manchas y salpicaduras de alimentos. Dejar actuar el producto de 15 a 20 minutos y enjuagar con ayuda de una esponja húmeda. Posiblemente quede olor y, para eliminarlos, hay que hacer una mezcla de ½ litro de vinagre de vino blanco y 250 gramos de sal. Mezclar los dos ingredientes hasta que la sal se diluya completamente y colocar la mezcla en un spray para rociar las paredes del horno y dejarlo actuar unos minutos.
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Limón. Cortar dos limones por la mitad y exprimir su jugo. Luego vertirlo en una cacerola e introducir en el horno. Programar el horno 30 minutos a 250ºC. Pasado este tiempo, retirar la cacerola y limpiar las paredes del horno con un trapo.
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Vinagre. Mezclar una buena cantidad de vinagre de manzana con bicarbonato de sodio y guardarlo en un pulverizador. Luego rociar la mezcla por todas las paredes del horno y programarlo a 120ºC durante diez minutos. Dejar enfriar el horno y retirar los excesos de grasa con una esponja húmeda.







































