Esta salsa es facilísima de hacer y da mucho juego, igual queda bien en la pasta (por supuesto), que como dip para verduras o panes tostados e incluso como aliño para ensaladas, carnes o pescados.
Salsa pesto
Ingredientes:
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30g de albahaca (solo las hojas)
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30g de piñones
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50g de queso parmesano rallado
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125ml de aceite de oliva virgen extra
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1 diente de ajo
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Sal al gusto
Preparación:
Empezamos por lavar muy bien las hojas de albahaca y secarlas cuidadosamente con papel de cocina, a continuación para potenciar el sabor de los piñones los tostamos en una sartén con el mínimo de aceite, se trata de que cojan algo de color pero no de que se quemen, así que usar el fuego suave y tener mucho cuidado.
Pelamos y cortamos el ajo, lo ponemos en un bol junto con los piñones, la albahaca picada, la sal, el parmesano rallado y el aove y lo trituramos todo con la batidora hasta obtener una mezcla homogénea y cremosa.
La adornamos con unas hojas de albahaca y unos piñones y ya podemos llevarla a la mesa.
Las cantidades de esta receta son solo una orientación porque dependerán de la cantidad de salsa que queráis hacer, además de que también variarán en función de que la queráis más o menos espesa, en cuyo caso habrá que ponerle más o menos aceite.
Guardada en la nevera en un recipiente hermético aguanta bastantes días en perfectas condiciones, es recomendable sacarla un buen rato antes de usar para que coja temperatura ambiente, porque la salsa pesto NUNCA DEBE CALENTARSE, ya que eso cocería la albahaca y cambiaría su sabor y color, arruinándola por completo.
Truco sano:
Para aligerarla un poco se puede sustituir parte del aceite por agua, pero sin abusar si no queremos que quede muy aguada y en consecuencia insípida y con una textura demasiado líquida.
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