Cuando Samira fue sacada de la pileta con vida su madre comentó que se encontraban en el club, acompañándola, y que cuando vieron que no salía a superficie “Mi marido se preocupó, se tiró al agua, detrás fui yo y los profesores. No sé cuántos minutos estuvo bajo el agua. Salió casi sin vida y Dios hizo que su corazón volviera a latir”.
Luego se conoció que fue Gonzalo, el “ángel” que salvó a Samira al reanimarla al costado de la pileta.
Gonzalo es un policía que da cursos de primeros auxilios en la fuerza y quiso la vida que ese lunes estuviera de franco y buscando a su hijo en la pileta de Universitario cuando ocurrió el accidente de la nena.
“Nos alternamos para tratar de revivirla, ocurrió luego de un trabajo de por lo menos 10 minutos, logramos recuperar el ritmo cardíaco de la menor y vimos que comenzaba a respirar por sus propios medios, ahí fue cuando sentimos que había una luz de esperanza», dijo el policía emocionado.
Pero además, desde que ocurrió la tragedia los padres de Samira comenzaron a rezar y a pedir oraciones por la pequeña, luego se supo también que el papá es de traslasierra, muy creyente del Cura Brochero, y que desde el primer instante le pidió a él por la recuperación de su hija.
«Somos muy devotos del cura Brochero y sabemos que él la va a salvar» dijo el papá.