Natalia de la Sota lleva en sus genes la política, con padre De la Sota y madre Zanichelli (la madre de Natalia era hija del gobernador de Córdoba Arturo Zanichelli) está llamada a ser la continuidad de ese acervo que lleva en su sangre.
Basta presenciar los actos del peronismo cordobés en los que participa para ver lo que genera, su presencia en los barrios atrae a los cordobeses, y a los peronistas en particular, que ven en ella el símbolo del peronismo cordobés exitoso que gobierna la provincia desde hace más de dos décadas, y ella lo sabe, lo siente. Sabe que no es una política más, lo percibe en el contacto con los cordobeses que buscan a ella, y no a otros, para confiarle sus necesidades y sus sueños, y muchos para contarles sus esperanzas.
Como su padre, José Manuel de la Sota, ha sabido cultivar relaciones a lo ancho del peronismo provincial y nacional, Juan desde Schiaretti hasta Alberto Fernández todos dialogan con ella y la incluyeron en sus planes de gobierno, sin embargo Natalia no tiene apuro, sabe que es cuestión de tiempo y trabajo, desde su mesura sabe que los saltos apurados no son el camino.
Por estos días Natalia De la Sota será legisladora provincial, será autoridad en la legislatura de Córdoba y seguirá militando en la construcción de su espacio, en el seno del peronismo de Córdoba pero con la convicción de que el camino está ligado al peronismo nacional, que se viene una nueva era en el partido Justicialista y en la política argentina y que ella puede ser protagonista.
Muchos esperaban que la hija del ex gobernador ocupara un ministerio provincial o que aceptara algunos de los cargos que le ofreció Alberto Fernández pero eso no ocurrirá, no se irá a Buenos Aires porque sabe que su lugar es su provincia, que desde Córdoba deberá afianzar las bases que más adelante la llevarán a lugares más trascendentes; tampoco desempeñará, al menos al principio, cargos públicos que le insuman el tiempo que hoy necesita para su tarea territorial, el contacto de cerca con los cordobeses, con su bases.
Sabe que en esta primera etapa puede ser muy útil desde su función de legisladora y que más adelante, con el decantar de la política y de las internas, podrá pensar en nuevos desafíos.
Natalia es joven y sabe que tiene mucho camino por transitar, quienes la acompañan dicen que tiene la mesura, la inteligencia, «y eso que lleva en la sangre, que aprendió con su padre», y por esa razón la respuesta que dan es que no hay apuro, que «hay De la Sota para rato» y que «esto recién comienza».