Comienza la primavera y con ella la búsqueda de alguna alternativa alimentaria que nos ayude a disfrutar más del verano que se aproxima. Es probable que, si no contamos con el acompañamiento profesional adecuado, nos sometamos a dietas que no contemplan nuestras necesidades nutricionales, personales, emocionales y menos aún, el ritmo diario de actividades laborales y sociales. Esto puede llevar a un descontrol en la alimentación, en el cual, si perdimos algo de peso, recuperamos luego esos kilos y tal vez algunos más.
Por eso es importante rescatar que una alternativa alimentaria sin “dietas restrictivas”, donde el alimento es más que un transporte de nutrientes y calorías, puede ser la opción ideal para todas las estaciones del año. La comida forma parte de nuestra vida cotidiana, conformando un lenguaje que compartimos con otros.
Bien conocidos son los mensajes de las diferentes formas de cebar un mate, o el ritual propio desplegado en un asado, donde en la previa y junto a las brasas, se cuecen mucho más que los cortes de carne. El alimento nos comunica, nos define, nos identifica, nos da pertenencia, tiene historia impresa en nuestros sentidos, en nuestra memoria, y en nuestros afectos.
Por todo esto te invitamos a probar estos consejos de alimentación cotidiana para disfrutar a pleno la primavera:
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Cambiar los alimentos prohibidos por la moderación en la cantidad y porción de los alimentos.
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Cambiar la monotonía de la dieta por la variedad de colores y sabores.
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Cambiar la culpa por placer de disfrutar cada comida.
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Cambiar el descontrol alimentario por equilibrio y armonía.
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Cambiar magia por información cierta y clara.
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Cambiar los “alimentos buenos o malos” por buenas prácticas para un estilo de vida saludable.






































